jueves, 8 de noviembre de 2012

EL DIOS QUE INCLINA LA CABEZA
Casi entre susurros escuchaba de él, “ya llegó, dicen que lo tenía en su cuarto…”, “Esta en el sótano y tiene una fuerza enorme…hay que tener cuidado…”, “…es el dios mas poderoso de todos…”. Ante tanto comentario y nadie que me cuente que o quien estaba en el sótano, bajando en uno de los ascensores del Ministerio de Cultura, interrumpí una de tantas charlas misteriosas y entrecortadas …”de quien hablan?” me contaron la historia, era el dios de Pachacamac, el verdadero, el oráculo, donde fueron a adorar y a pedir respuestas miles de antiguos peruanos durante cientos de años, el dios que era motivo de peregrinación y por el que venían desde el Ecuador (parte del Imperio) a traer ofrendas de Spondylus. Me quedé pensando y recordé que los españoles al llegar a Pachacamac creyeron destruir la adoración y quemaron todo, nuestros antepasados enterraron lo valioso para ellos, entre ellos este madero tallado lleno de una iconografía riquísima que es el dios de Pachacamac o Dios de los Temblores, los antiguos peruanos pensaban que si inclinaba un poco la cabeza era señal inequívoca de que sucedería un terremoto. El dios regresaba de Palacio de Gobierno donde había sido exhibido y la leyenda que corría en los pasillos y ascensores del Ministerio de Cultura, cuando asumimos los cargos al cambiar el gobierno, era que el presidente saliente, Alan García, lo había tenido, en su dormitorio en Palacio. Por otro lado decían que tenía una energía muy fuerte, el entonces vice ministro de Patrimonio Cultural bajó a verlo y se sintió tan mal que se puso a vomitar, yo no quería verlo y calculaba que tan cerca o lejos estaba de mi oficina.
Una tarde decidí rendirle homenaje y mandar a diseñar las carátulas de los calendarios 2012 y los lapiceros con su iconografía, quise que nuevamente este entre su pueblo, se estaban demorando mucho en llevarlo a “su casa”, al complejo arqueológico de Pachacamac….había que contentarlo de alguna manera –aunque a veces también me imaginaba que seguro no le había molestado nada estar en Palacio- le sacaron fotos para los diseños y me preguntaron si quería ir a verlo, un madero largo de dos metros íntegramente tallado con una iconografía increíble y dos caras totalmente distintas…sentí su enorme energía, pensaba que si lo hacíamos con respeto, nada podía pasar; no puedo olvidar a Giancarlo, el fotógrafo, arrodillado pidiéndole permiso para fotografiarlo. Hoy está en exhibición en el museo de sitio de Pachacamac…¿estará contento?

No hay comentarios:

Publicar un comentario